Para
¿Qué sientes?
Cuánto tiempo has sido capaz de parar, de no hacer nada, de vaciar tu mente, de ser consciente de tí mismo, de tu cuerpo, de tus movimientos, de tus sonidos, de tus emociones, de todo lo que te rodea y de aceptar todo aquello que eres, tanto la parte oscura como toda tu luz.
¿Por que le das la espalda a tu luz?
Nos hemos acostumbrado a huir, a no dejar espacio a las emociones para salir, o a nuestras reflexiones y sucesos de procesarse. No tenemos tiempo ni para escucharnos. Pero aun con todo parece más facil ser consciente y aceptar lo malo que lo bueno. Y creeme uno sin el otro no tienen sentido.
Yo me encontraba en este proceso de curar mis cicatrices y de la aceptación de mi parte oscura, mi pasado y mis historias, cuando hice estas fotografías. Fue duro, sentí que me rompía, que todo aquello de lo que había huido para no enfrentarme porque no estaba preparada para ello ahora me estaba consumiendo. Era el momento de volver a abrir la herida, para poder enfrentarla desde una nueva perspectiva, sin huir, dejando que todas las emociones me abordaran de nuevo y dándoles una salida. Mi manera de hacerlo fue, como siempre, a través del arte. No se cómo expresar lo que siento mejor que con mi cámara y el uso de la luz, así que comencé esta serie fotográfica.
Esta serie fue evolucionando conmigo. Primero con una perspectiva mas negativa, donde todo lo que me envolvía eran emociones negativas por entender y ordenar. Lo que me llevó a darle a espalda a la realidad, a no ser consciente de mi misma, y de tener mucho por gestional. Más adelante esas emociones enterradas en lo más profundo salian através de mí con fuerza, llevándose por delante todo lo que había incluido mi cuerpo. Finalmente, de manera muy inesperada, sentí paz, sentí que me liberaba de un peso muy grande como si de un parto se tratara.Y por sorpresa comencé a ver una luz que no era capaz de reconocer, esta salía por todas esas grietas que las emociones me habían provocado. Ahora con la serie terminada lo entiendo, todo aquello que tenía dentro no me debajaba ver mi luz, mis cosas buenas, mi energía. Ahora la abrazo como parte de mí y me recuerdo cada día que está conmigo siempre, y que no voy a dejar que se vuelva a ir.